sábado, 19 de enero de 2008

El profesor Pepe Dámaso


Arte y Educación se dieron ayer la mano, en el antiguo teatro municipal de Santa María de Guía, reconvertido en sala de exposiciones. La sala acoge estos días, la muestra Tránsito por la estética religiosa en Dámaso, donde se recogen 150 piezas con las que se realiza un recorrido por las casi seis décadas de actividad en el mundo religioso del artista y premio Canarias de Bellas Artes Pepe Dámaso.El reconocido pintor mantuvo ayer un encuentro con escolares de la localidad de Guía, a los que acompañó en un emotivo recorrido por la exposición en el que surgieron anécdotas e historias de la vida del artista. Para Pepe Dámaso, esta iniciativa se convirtió en cierto modo en un reencuentro con su juventud, ya que aseguró que mirando las caras de los jóvenes estudiantes veía la suya cuando iba a la escuela en la villa de Agaete, en la que nació hace ya 74 años.Dámaso animó a los escolares a que fueran creativos, ya que él descubrió que lo suyo era el arte cuando estudiaba las primeras letras. También les animó a que fueran disciplinados, puesto que su experiencia vital le ha demostrado que con disciplina se consigue todo en la vida.Los escolares guienses se mostraron encantados de poder conocer a fondo la obra de Dámaso, contando como guía con el autor de los cuadros. Así, el pintor, que por un día fue profesor, llevó a los alumnos por el mundo de la creación artística, desvelando el proceso de cada uno de los cuadros, con explicaciones salpicadas de la fuerza y también de la vehemencia de la que siempre hace gala el artista.En un animado tú a tú entre pintor y alumnos, Pepe Dámaso abrió su alma a los jóvenes guienses compartiendo con ellos recuerdos y vivencias, al tiempo que les hablaba de pintura, museos y viajes que dan idea de una vida rica en emociones y creatividad...Cada pregunta formulada por los alumnos, como fue el caso de una que se refería a la muerte en su obra, era respondida por el pintor de forma intensa casi como si volviera a pintar el cuadro para los jóvenes. Y es que Pepe Dámaso no sólo habló de su arte, habló principalmente de la vida, del hombre.Habló del joven que aspiraba a ser artista desde la pensión que en Agaete regentaba su padre. Habló de amigos como José Saramago que le escribió un texto para una exposición en Lisboa. Habló de su experiencia religiosa, declarándose un creyente sui géneris. Habló de cine, recordando su primera película, La Umbría. Habló de sueños cumplidos y de proyectos para el mañana, mostrando una vitalidad envidiable. Y habló de ser uno mismo, contra viento y marea.Para Pepe Dámaso no hay que tener ningún reparo a la hora de expresar lo que cada uno siente. Y ése fue el consejo que dio a los estudiantes que compartieron con él una mañana distinta fuera del aula y en la que también aprendieron muchas cosas sobre la pintura y el pintor.Quién sabe. Quizás de este singular encuentro saldrá un artista que siga una senda parecida a la de Pepe Dámaso.