sábado, 19 de abril de 2008

30 AÑOS YA


UN REFERENTE DE LA HISTORIA DE GRAN CANARIA

Con sus puertas abiertas de par en par. Así celebró ayer viernes el Cenobio de Valerón el 30 aniversario de su declaración como Bien de Interés Cultural. Una declaración que ha sido fundamental para que el recinto arqueológico enclavado en el municipio de Santa María de Guía se pudiese conservar en óptimas condiciones y con la implicación de las instituciones públicas.El catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante Mauro Hernández, que ayer, con motivo de esta efeméride ofreció una conferencia en la Casa de la Cultura de Guía no ha dudado en afirmar que el Cenobio de Valerón es, sin duda alguna, "el monumento arqueológico más espectacular del Archipiélago canario prehispánico y, posiblemente, uno de los más conocidos y visitados".Para Mauro Hernández, "su extraordinaria ubicación, entre el cielo y la tierra, sustenta y da forma a mitos y leyendas, y su compleja y sorprendente arquitectura, de cuevas, cámaras y oquedades excavadas en la toba, lo convierten en un referente de la arqueología de Gran Canaria. A la tradicional asociación con un lugar de reclusión de las Harimaguadas, uno de esos mitos, se relacionaría luego con los agadires aborígenes, convirtiéndose en excepcional ejemplo de la elaboración de las leyendas que, a lo largo de más de un siglo, han explicado nuestro pasado, siempre analizado desde una cambiante realidad." El acceso al yacimiento se realiza a través de la carretera de la Cuesta de Silva. Cuenta con una infraestructura adecuada para ser visitado, tanto de manera autónoma como a través de visitas guiadas por el personal del Cenobio: ofrece al visitante un aparcamiento en la carretera, a la entrada del yacimiento; y una recepción, donde se pueden obtener los tickets de entrada, folletos informativos sobre el yacimiento y cualquier otra información general sobre la visita al recinto.


miércoles, 9 de abril de 2008

El aura de San José regresa

Una de las capillas más emblemáticas de la iglesia de Santa María de Guía ha vuelto a recuperar su esplendor, después de que se haya restaurado el retablo de San José, devolviendo a este espacio su halo de «meditación» y de devoción al santo, explica el cronista oficial de Guía, Pedro González.
La devoción a San José llevó en 1731 al párroco Baltasar Rodríguez Déniz y Quintana a gastarse todo su patrimonio en construir una capilla para este santo en la iglesia de Santa María de Guía. Casi tres siglos después, las instituciones públicas se han movilizado para devolver a este santuario católico todo su esplendor, empezando por la restauración de su retablo, que fue promovida por el Ayuntamiento en el año 2003 y pagada y realizada por el Cabildo (21.950 euros).
El retablo, resguardado en un habitáculo de estilo barroco rococó chinesco, se encontraba en muy mal estado de conservación, debido, principalmente, a la acción humana, afectando sobre todo a la decoración vegetal y a las imágenes de San Juan Evangelista y Santo Tomás de Aquino.
El trabajo del restaurador no fue precisamente fácil, ya que hoy en día se intenta que la intervención que se realiza sobre los cuadros sea la mínima posible. El decadente estado de la obra y su superficie totalmente repintada no permitían vislumbrar la riqueza policromática de la pintura, en tonos rojos y azules, que hoy por hoy se puede volver a apreciar. Riqueza
Pero la iglesia de Guía no sólo cuenta con la riqueza histórica y artística de esta capilla. A ella se suman la del Calvario y las tallas de la parroquia que, aunque no tienen un gran valor artístico, son importantes por su contenido social e histórico, pues eran pagadas por un pueblo con escasa economía.

http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=91072